Después de sacar mis piezas de cerámica ilustradas del horno, estoy siempre ansiosa de echarle mano a los colores cerámicos.
Primero bañé este grupo de pequeñas piezas de arte en un óxido marrón oscuro, para luego frotarlo y así dejar lo oscuro solo en las líneas y hendiduras. El resto de las superficies de mis “lienzos” cerámicos quedan con un tono claro que permite agregar todos los demás colores.
Luego pinté las ilustraciones con pinturas cerámicas bajo cubierta y engobes diluidos. Este proceso se parece mucho al que realiza un pintor para producir sus obras de arte, solo que yo uso colores que tendrán que exponerse a muy altas temperaturas para obtener el resultado final.
Algunas de las piezas cerámicas las termino con vidriados transparentes mate antes de la segunda cochura. Otro grupo de mis ilustraciones en cerámica las expongo a una segunda cochura antes de trabajarlas con vidriados de colores. A estas últimas las introduzco de nuevo en el horno para una tercera cochura.
Es muy divertido mezclar y experimentar con colores cerámicos bajo cubierta y sobre cubierta (vidriados) ya que no hay una manera exacta para predecir que saldrá realmente de mis ilustraciones en cerámica sin primero experimentar. Vidriados azul oscuro y verdes son rosados antes de la cochura, el color turquesa es gris y los vidriados con efectos no se comparan con el color del resultado final.
Yo siempre me emociono mucho cuando voy a abrir el horno, este sentimiento lo comparto con el resto de la familia. (Ver también el primer paso: el proceso de mis ilustraciones en cerámica)